Wednesday, 19 November 2008

F. Nietzsche, CREPUSCULO DE LOS IDOLOS, Cómo el ´mundo verdadero´ acabó convirtiéndose en una fábula

Historia de un error

1. El mundo verdadero, asequible al sabio, al piadoso, al virtuoso, -él vive en ese mundo, es ese mundo.

(La forma más antigua de la Idea, relativamente inteligente, simple, convincente. Transcripción de la tesis «yo, Platón, soy la verdad»).

2. El mundo verdadero, inasequible por ahora, pero prometido al sabio, al piadoso, al virtuoso («al pecador que hace penitencia»).

(Progreso de la Idea: ésta se vuelve más sutil, más capciosa, más inaprensible, -se convierte en una mujer, se hace cristiana...).

3. El mundo verdadero, inasequible, indemostrable, imprometible, pero ya en cuanto pensado, un consuelo, una obligación, un imperativo.

(En el fondo, el viejo sol, pero visto a través de la niebla y el escepticismo; la Idea, sublimizada, pálida, nórdica, königsburguense).

4. El mundo verdadero -¿inasequible? En todo caso, inalcanzado. Y en cuanto inalcanzado, también desconocido. Por consiguiente, tampoco consolador, redentor, obligante: ¿a qué podría obligarnos algo desconocido? ...

(Mañana gris.Primer bostezo de la razón. Canto del gallo del positivismo).

5. El «mundo verdadero» -una Idea que ya no sirve para nada, que ya ni siquiera obliga, -una Idea que se ha vuelto inútil, superflua, por consiguiente una Idea refutada: ¡eliminémosla!

(Día claro; desayuno; retorno del bon sens y de la jovialidad; rubor avergonzado de Platón; ruido endiablado de todos los espíritus libres)

6. Hemos eliminado el mundo verdadero: ¿qué mundo ha quedado?, ¿Acaso el aparente?... ¡No!, ¡al eliminar el mundo verdadero hemos eliminado también el aparente!

(Mediodía; instante de la sombra más corta; final del error más largo; punto culminante de la humanidad; INCIPIT ZARATHUSTRA).



Trad. Sánchez Pascual.

Friedrich Nietzsche, Twilight of the Idols (1888) - ´How the "True World" Finally Became a Fable´

History of an Error

1. The true world—attainable for the sage, the pious, the virtuous man; he lives in it, he is it.

(The oldest form of the idea, relatively intelligent, simple, and persuasive. A transcription for the sentence, "I, Plato, am the truth.")

2. The true world—unattainable for now, but promised for the sage, the pious, the virtuous man ("for the sinner who repents").

(Progress of the idea: it becomes more subtle, insidious, incomprehensible—it becomes female, it becomes Christian ...)

3. The true world—unattainable, indemonstrable, unpromisable; but the very thought of it—a consolation, an obligation, an imperative.

(At bottom, the old sun, but seen through mist and skepticism. The idea has become elusive, pale, Nordic, Königsbergian.)

4. The true world—unattainable? At any rate, unattained. And being unattained, also unknown. Consequently, not consoling, redeeming, or obligating: how could something unknown obligate us? ...

(Gray morning. The first yawn of reason. The cockcrow of positivism.)

5. The "true" world—an idea which is no longer good for anything, not even obligating—an idea which has become useless and superfluous—consequently, a refuted idea: let us abolish it!

(Bright day; breakfast; return of bon sens and cheerfulness; Plato's embarrassed blush; pandemonium of all free spirits.)

6. We have abolished the true world: what world has remained? the apparent one perhaps? ... But no! With the true world we have also abolished the apparent one!

(Noon; moment of the briefest shadow; end of the longest error; high point of humanity; INCIPIT ZARATHUSTRA.)

Published 1889
Translation: W. Kaufmann

Monday, 17 November 2008

Beggar who bites the hand that feeds him, or The Beggar as institutional critic.

No better example for this that Diogenes, the Greek cynic, and the school of cynicism as a whole. Although cynics are no beggars (on one occasion, Diogenes was asked why people give money to cripples and beggars, but not to philosophers. And he answered: “Well, people fear they may one day become beggars or cripples, but they certainly see no danger that they’ll one day become philosophers”), they do resort to beggary out of necessity.
Diogenes, a celibate and a beggar who made his home in the streets of Athens, made a virtue of extreme poverty. He taught contempt for human achievements and a return to animalism (he barked at those he disliked). Diogenes used his body to upend the conventional association of decorum with the good. He broke etiquette by publicly carrying out activities an Athenian would typically perform in private. For example, he ate, drank, and masturbated in the marketplace. His was a relentless campaign to "debunk" social values and institutions— the Greek word for dog-like is “cynic”.
The relation between beggar, cynic, and dog, is by no means a casual one.

Source: The Beggar´s Opera.

Sunday, 2 November 2008

Sileno

Una vieja leyenda cuenta que durante mucho tiempo el rey Midas había intentado cazar en el bosque al sabio Sileno, acompañante de Dioniso, sin poder atraparlo. Cuando por fin cayó en sus manos, el rey pregunta qué es lo mejor y más preferible para el hombre. Rígido e inmóvil calla el demón; hasta que forzado por el rey, acaba prorrumpiendo en estas palabras, en medio de una risa estridente: Estirpe miserable de un día, hijos del azar y de la fatiga, ¡por qué me fuerzas a decirte lo que para ti sería muy ventajoso no oír? Lo mejor de todo es totalmente inalcanzable para ti: no haber nacido, no ser, ser nada. Y lo mejor en segundo lugar es para ti -morir pronto.

F. Nietzsche, El nacimiento de la tragedia, 3